Desde diciembre de 2017, la Ley de Accesibilidad establece que las comunidades de propietarios deben realizar los ajustes necesarios para convertir sus edificios en entornos accesibles y sin barreras.
Además de esta normativa que garantiza el uso de elementos comunes a las personas con limitaciones funcionales, existen subvenciones para la rehabilitación de viviendas con objeto de facilitar el proceso. Sin embargo, aunque se han dado pasos importantes, muchos edificios siguen sin ser accesibles.
¿Existen ayudas para la eliminación de barreras e instalación de ascensores?
Hoy día, la obligatoriedad de esta ley incide en los edificios en los que viven, trabajan o prestan servicios voluntarios personas mayores de 70 años o con problemas de movilidad. De hecho, en un momento dado, los administradores o presidentes de comunidades pueden recibir un escrito con los ajustes necesarios en materia accesibilidad que habría que implantar en sus edificios. Esta medida no pretende otra cosa que impulsar el cumplimiento de la ley que garantiza el desarrollo normal de estas personas.
En el mercado existen diferentes soluciones de accesibilidad para escoger la más adecuada en función de la normativa vigente y las características del edificio. Si la instalación de una ascensor no resulta viable, cabe la posibilidad de implantar salvaescaleras; alternativas fácilmente adaptables y asumibles.
En este sentido, la Consejería de Vivienda habilita subvenciones para eliminar las barreras arquitectónicas que aún existen en la región. Estas ayudas pueden contribuir al desarrollo de actuaciones en inmuebles con más de 15 años de antigüedad y cubrir gran parte del coste. Además de la instalación de ascensores, existen otras ayudas económicas para instalar plataformas salvaescaleras y realizar diferentes mejoras.
Para tramitarlas es necesario dirigirse a las Oficinas Comarcales de Rehabilitación de Edificios (OCRE) distribuidas por Madrid.
¿Qué carencias existen en materia de accesibilidad? ¿Cómo se pretenden cubrir?
Las posibilidades de mejora en Madrid existen y son bastantes. Se ha avanzado mucho en materia transporte, equipamientos, cultura y turismo, pero aún queda camino por recorrer en cuanto a accesibilidad física, sensorial y cognitiva se refiere. Incluso haciendo un ejercicio de análisis interno, aún existen cuestiones mejorables en las propias dependencias municipales.
Sea como fuere, la meta es impulsar la accesibilidad transversal y sostenible, de ahí que Madrid haya creado la Oficina de Accesibilidad, que depende del Área de Obras y Equipamientos.
La labor de este departamento consistirá en coordinar e impulsar todas las acciones y políticas necesarias en base a varios objetivos fundamentales: Promover acciones para una mayor accesibilidad y plantear actividades de sensibilización y cualificación.
Uno de sus mayores propósitos guarda relación con la accesibilidad transversal, de forma que la organización y coordinación de todas las áreas del Ayuntamiento posibiliten el cambio. De la misma manera, que las obras y mejoras en materia accesibilidad sean perdurables en el tiempo y puedan darse a conocer en otros distritos. Otra labor consiste en hacer un llamamiento a la ciudadanía dentro de un plan de sensibilización que acabe con las barreras arquitectónicas y garantice la accesibilidad a sus vecinos.
Ciertamente aún quedan muchas cosas por hacer y las partidas no cuentan con importes tan elevados como para alcanzar la accesibilidad universal. Sin embargo, lo importante es seguir analizando la situación en Madrid para participar en planes estratégicos que incluyan nuevas infraestructuras que mejoren la calidad de vida de las personas. Por suerte, existe el empeño y la capacidad para hacer de este mundo algo mejor.