Los ascensores, desde su tradicional nacimiento, se han convertido en una herramienta indispensable para las personas y, a día de hoy, garantizan comodidad y calidad de vida.
Sin embargo, existen ciertos miedos a la hora de hacer uso de ellos, ya que su espacio a veces es reducido y para las personas que sufren de claustrofobia, supone un tedioso problema.
A medida que estos ‘temores’ se han ido extendiendo entre la población, han surgido numerosos mitos acerca de los ascensores, sobre todo, respecto a su funcionamiento y seguridad.
¿Quieres descubrir algunos de los más extendidos, confirmando en la siguiente información si son ciertos o no?
¿Se pueden abrir las puertas incluso cuando el ascensor se encuentra entre plantas?
Es complicado que este hecho pueda producirse en la vida real, debido a que cada ascensor está configurado de tal forma que, solo se puede abrir si se cumple la premisa que se explica a continuación.
Cada ascensor cuenta con dos tipos de puertas, unas de cabina y unas de rellano, y aunque consigas abrir la puerta de cabina, no vas a poder salir del ascensor al situarte entre plantas, puesto que encontrarás la puerta de rellano igualmente cerrada.
Por eso, todos los ascensores disponen de un sistema de comunicación bidireccional para asistencia en caso de atrapamiento que debe ser realizado por personal competente.
Las puertas de rellano disponen de un sistema de seguridad de apertura siempre y cuando el ascensor no se encuentre en la planta. Solo se pueden abrir esas puertas con una llave de emergencia.
Las puertas de cabina podrían llegar a ser abiertas desde el interior ejerciendo una gran fuerza pero, si no está la cabina alineada con las puertas de rellano, no se podrá salir de la cabina porque te encuentras la pared del hueco.
¿Presionar el botón de llamada varias veces hace que el ascensor llegue más rápido?
Seguramente, más de alguna vez has estado esperando la llegada del ascensor a tu planta, y mientras tanto, has visto que alguien pulsaba el botón muchas veces para que llegase lo más rápido posible. Este gesto es compartido por muchas personas y lo cierto es que hacerlo es un error.
Cuando se presiona el botón por primera vez, el sistema del ascensor registra la llamada, ignorando así el resto de pulsaciones adicionales.
Si bien es una acción que se realiza de forma inconsciente, marcar repetidamente el botón de llamada puede afectar a la conservación del ascensor, debido a que el botón sufrirá un desgaste antes de tiempo.
Además, si hay una persona dentro del ascensor que pulsa una planta distinta desde la que lo estás llamando, lo normalizado es que las órdenes dadas desde la cabina primen sobre las ejecutadas desde los rellanos.
¡Me voy a quedar sin oxígeno!
Posiblemente este sea uno de los mitos más recurrentes y el tema que más preocupación genera en las personas cuando se suben a un ascensor.
La verdad es que, aunque pueda dar la sensación de que son estancias herméticas, no están diseñados como tal, ya que todos deben disponer de un mecanismo que actúe como circuito de ventilación, permitiendo que el aire circule constantemente en su interior.
Según la normativa vigente, la cabina del ascensor debe tener al menos un 1% de ventilación natural con respecto a la superficie total de la cabina. Por tanto, no existe escasez de aire como muchos creen.
No obstante, hay que tener en cuenta que cada vez que se abren las puertas del ascensor, se renueva el aire del habitáculo completamente.
Los ascensores se aguantan de un solo cable
Esta sigue siendo una de las ideas más populares que tenemos sobre los ascensores, pero ¡nada más lejos de la realidad! Los ascensores actuales, conforme a la norma de construcción, están obligados a tener un mínimo número de cables de acero que tiene que cumplir un factor de seguridad.
Como curiosidad, cada ascensor suele incorporar entre cuatro y ocho cables, y en el improbable caso de que alguno cediera, los restantes podrían seguir sosteniendo el ascensor sin ningún tipo de problema.
Lo paradójico es que, y por increíble que parezca, un solo cable puede llegar a sujetar todo el peso de la cabina. Sin embargo, el ascensor no se movería porque uno de sus sistemas de seguridad hace que se corte la corriente del motor en caso de que falte algún cable.
En el caso de que todos los cables se rompiesen de manera intencionada, existen otros dispositivos de retención de la cabina que detectan la ausencia de los cables y frenan su caída de inmediato.