Dado que una solución de accesibilidad, como es la instalación de un ascensor, requiere una inversión importante, es lógico que los propietarios se planteen si merece realmente la pena su implantación.
Ahora bien, en los últimos años, el ascensor ha tomado un papel protagonista en el sector inmobiliario. Y es que, además de todas las ventajas asociadas a la movilidad y calidad de vida de los residentes, nos encontramos con un elemento clave en la revalorización de la vivienda.
¿Cuánto valor tiene un piso con ascensor?
Contar con un ascensor es un valor en alza, aunque no debemos considerarlo como un lujo, sino como un aliado para garantizar la autonomía y seguridad en los edificios. En las viviendas de nueva construcción está contemplada su instalación, de ahí que sea necesario abordar el tema en viviendas antiguas, cuya rehabilitación está aún por resolver.
La nueva normativa en materia de accesibilidad se ha reforzado para incluir la instalación de mejoras en este tipo de edificios. Sin embargo, aún existen viviendas sin ascensor por los desacuerdos mantenidos entre los vecinos de las comunidades, al suponer una transacción considerable.
Sea como fuere, pese a que en la revalorización de una vivienda entran en juego diferentes variables como la ubicación y la antigüedad, las inversiones en accesibilidad son determinantes. De ese modo, el mayor o menor valor inmobiliario de un inmueble no depende exclusivamente del ascensor, aunque sí supone un incremento considerable que debemos tener en cuenta.
No hay que olvidar que la localización es un factor primordial, algo que está íntimamente relacionado con el hecho de que una vivienda posea o no ascensor. De hecho, en ciudades clave como Barcelona o Madrid, una vivienda puede aumentar su valor al tener ascensor o devaluarse significativamente al estar privada de él.
De ese modo, diversas empresas de análisis de datos y portales inmobiliarios han demostrado en sus informes estadísticos que en algunos barrios de estas ciudades, no tener ascensor puede devaluar el precio entre un 20% y un 40%.
¿Cómo influye la instalación de un ascensor en una comunidad?
No solo hablamos en términos de accesibilidad y confort. La simple presencia de un elevador hace que automáticamente se revalorice su precio de venta. Este tipo de mejoras son elementos que siempre van a cotizar al alza, algo que sucede justo a la inversa cuando se carece de ellos. De hecho, cuanto mayor sea la altura del edificio, exento de ascensor, mayor depreciación debería sufrir su valor.
Ahora bien, la revalorización de la propiedad no es la única ventaja que aporta un ascensor:
- Aumenta el grado de accesibilidad, especialmente para personas con movilidad reducida o personas mayores.
- Potencia la calidad de vida al contar con un acceso cómodo, seguro y rápido.
- Aumenta la seguridad al evitar subir un carro de bebé o la compra del supermercado por las escaleras.
- La adaptabilidad al edificio es factible, dando lugar a múltiples soluciones, antes inviables.
- Agiliza el tráfico, generando un trasiego de residentes y visitas más confortable.
Lo que está claro es que a igualdad de condiciones y características, los edificios altos con ascensor suelen tener un valor superior. Lo primero que hay que pensar a la hora de instalar un elevador es que estamos llevando a cabo una inversión futura. Los beneficios que un ascensor reporta a sus propietarios son muchos, algo que a lo largo del tiempo va a compensar el desembolso inicial.
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