De acuerdo con lo establecido en el Real Decreto 486/1197 acerca de las soluciones de accesibilidad para oficinas, los lugares de trabajo, y, en concreto, las puertas, vías de circulación, escaleras, servicios y puestos de trabajo, utilizados u ocupados por trabajadores con movilidad reducida, deberán estar acondicionados para que dichos trabajadores puedan utilizarlos. También se refleja en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El artículo 20 de la Ley 10/2014 del 3 de diciembre, de accesibilidad, establece que los edificios de uso público con más de una planta deberán contar obligatoriamente con un ascensor o rampa accesible.
Considerándose de uso público aquellas instalaciones donde se realicen actividades culturales, educativas, comerciales, administrativas, religiosas o sanitarias, por parte de un grupo de personas.
¿Cómo es una oficina accesible?
Para que una oficina sea accesible, debe garantizar el acceso y desplazamiento de todos los usuarios a cualquier espacio del edificio. De modo que, debemos tener en cuenta tanto aspectos relacionados con la arquitectura interior como la exterior.
En este sentido, la normativa es muy extensa. Entre las características de un edificio accesible, destacan: sistemas de apertura y tiradores en las puertas, que deberán tener elementos de fácil asidero, siendo aconsejables puertas automáticas.
También es muy importante dotar al edificio de accesos rasantes, evitando escalones y desniveles mediante ascensores accesibles y rampas u otros productos de accesibilidad que eliminen las barreras arquitectónicas existentes.
Respecto a los ascensores, son muy importantes las señales visuales, luminosas y acústicas. La cabina del ascensor deberá incorporar una señal sonora que indique cuando se abre/cierra la puerta y la planta de parada.
Los dispositivos de control también deben cumplir una serie de requisitos. Entre ellos, que los símbolos deben estar en relieve, con un contraste de luminosidad en el fondo.
¿Qué ventajas tiene aportar soluciones de accesibilidad?
La acomodación temprana a esta normativa conlleva beneficios relacionados con la imagen de marca de la empresa y su inversión en responsabilidad social corporativa.
Además, la fidelidad del trabajador y la complicidad con la cultura de empresa se aprecia en empresas que han adaptado sus oficinas a esta normativa.
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