Para algunas personas darse un baño en la piscina puede ser todo un reto. Hablamos de individuos con movilidad reducida o de edad avanzada que encuentran serias dificultades para entrar o salir del agua cuando no existen soluciones adaptadas a sus necesidades.
Hoy queremos abordar diferentes alternativas de accesibilidad, especialmente ideadas para disfrutar de veladas estivales refrescantes sin ningún riesgo. Existen varias maneras de hacerlo, aunque en piscinas ya construidas, la opción idónea consiste en instalar una silla salvaescaleras especialmente diseñada para tal fin.
Soluciones accesibles para darse un chapuzón con libertad
Es muy importante acabar con todas aquellas barreras que limitan la autonomía de las personas con discapacidad. Atendiendo a la Ley de accesibilidad universal, acceder a las piscinas de manera cómoda y segura se convierte en una cuestión fundamental que debemos abordar.
Actualmente existen varias soluciones para que todas las personas puedan entrar libremente a la piscina:
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- Una de ellas consiste en instalar rampas de entrada cero, de forma que una persona con movilidad reducida pueda entrar poco a poco a la piscina. En este caso formaría parte del suelo, dando lugar a una pendiente suave que permita que la bajada al agua sea gradual, deslizando la silla de ruedas con seguridad. Sin embargo, no siempre disponemos de espacio suficiente para su construcción.
- Las rampas inclinadas o a desnivel se construyen con materiales antideslizantes, siendo una solución sencilla que facilita la entrada a la piscina sin dificultad. Normalmente se requiere la instalación de un pasamanos a ambos lados para posibilitar el acceso. Ahora bien, esta solución no siempre es viable debido a las dimensiones de la piscina.
- En realidad, la solución más recomendable en el caso de personas con movilidad reducida son los elevadores o sillas salvaescaleras para piscinas. Su instalación se lleva a cabo fácilmente al borde de la piscina, facilitando la entrada de los usuarios sin ayuda de terceras personas a través de un mecanismo sencillo de manejar.
Sillas para piscinas, una opción ventajosa
En Excelsior disponemos de una silla para piscinas sin instalación bajo el agua. Se trata de una alternativa muy práctica a un módico precio, que funciona de forma simple con 4 bar de presión de agua del grifo.
Esto significa que para operar tan solo necesita la presión de agua del circuito de la piscina que irá conectada a la máquina. En cuanto a la velocidad, podrá ser controlada en todo momento para ascender o descender sin sobresaltos.
Los usuarios que utilicen este aparato podrán acceder a la piscina con plena autonomía, gracias a las palancas de mando que posee en la parte superior e inferior. El elevador está fabricado en acero inoxidable, con asiento en polipropileno residente a los rayos UV.
Cuenta con una capacidad de carga de 130 kg y ángulos de 25º a 55º permitiendo así una transferencia mayor. Además, para una mayor protección dispone de cinturón de seguridad y la posibilidad de añadir un carril abatible automático opcional.
La comodidad del usuario y su seguridad son lo más importante y las sillas salvaescaleras cumplen su función a la perfección. Además, se integran fácilmente en el conjunto de la piscina o el entorno al no ser demasiado grandes y ofrecer acabados de alta calidad en sintonía con la estética del espacio.
¿Cuánto cuesta instalar una silla salvaescalera de piscina?
Las sillas salvaescaleras para piscina parten de un precio base de 4.000 euros. Sin embargo, tras el análisis detallado que realicen nuestros especialistas técnicos, teniendo en cuenta los requerimientos concretos de cada proyecto, el precio puede sufrir variaciones.
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