El mercado de la instalación de ascensores en comunidades de vecinos se ha visto gravemente afectado por la aparición de empresas fraudulentas, cuyo único objetivo es estafar a los vecinos que buscan mejorar la accesibilidad de sus edificios.
Recientemente, ha salido a la luz un caso en Cantabria y Asturias, donde treinta comunidades de vecinos fueron víctimas de una estafa que ascendió a tres millones de euros, según denuncias recogidas por medios como Europa Press y Telemadrid. Situaciones similares se han registrado en Leganés, donde los vecinos se endeudaron para instalar ascensores que nunca fueron terminados. Casos como estos, donde se llegó a pagar hasta el 85% del coste del proyecto sin que las obras fueran completadas, se han vuelto alarmantemente comunes, como reporta La Sexta.
Este fenómeno, conocido como «el timo del ascensor», pone en evidencia el intrusismo de ciertas empresas constructoras que, sin la experiencia ni la infraestructura adecuada, han entrado en el mercado de la rehabilitación para la instalación de ascensores y aparatos de accesibilidad. A continuación, ofrecemos algunas recomendaciones clave para ayudar a las comunidades de vecinos a protegerse de este tipo de fraudes y elegir con seguridad a la empresa encargada de su proyecto.
1. Asegurarse de que son fabricantes y controlan sus costes.
Es fundamental que la empresa con la que decidan trabajar sea la misma que fabrique los ascensores y controle sus costes de producción. Esto garantiza que puedan ofrecer precios competitivos sin sacrificar la calidad. Además, la misma empresa debe proporcionar las garantías mínimas exigidas, tanto del producto como de la instalación, incluyendo la obra civil. Esto asegura un control total del proceso, desde la producción hasta la instalación, minimizando los riesgos de sobrecostes y retrasos injustificados.
2. Contar con una trayectoria avalada.
Es importante trabajar con empresas que tengan una trayectoria sólida y reconocida en el mercado. Un paso clave es contactar con comunidades de vecinos y administradores donde ya hayan instalado ascensores y solicitar referencias. El feedback de clientes anteriores es un indicador invaluable de la fiabilidad de la empresa. Este historial de proyectos exitosos, respaldado por la experiencia y la satisfacción del cliente, ofrece la seguridad de que el proyecto estará en manos expertas.
3. Visitar instalaciones con más de 10 años de antigüedad.
Una buena práctica es visitar instalaciones que la empresa haya ejecutado hace más de 10 años. Esto permite observar cómo han envejecido los ascensores y la calidad de la instalación con el tiempo. Una obra bien ejecutada debería mantenerse en buen estado con el paso de los años, reflejando el compromiso de la empresa con la calidad y la durabilidad de sus productos.
4. Ofrecer diferentes formas de pago adaptadas a las necesidades.
Cada comunidad tiene circunstancias financieras únicas. Es crucial que la empresa ofrezca diferentes formas de pago que se adapten a esas necesidades, como opciones de financiación bancaria a través de entidades financieras de prestigio, pago por hitos de ejecución de la obra, o un pago inicial con el resto a plazos. Este tipo de flexibilidad financiera demuestra la voluntad de la empresa de colaborar con la comunidad y asegurar que el proyecto sea viable para todos los vecinos.
5. Comparativa detallada de las ofertas recibidas.
A menudo, la oferta más barata no incluye los mismos servicios o garantías que otra, lo que puede convertirla en la opción más costosa a largo plazo. Es esencial realizar una comparativa detallada de las ofertas recibidas, asegurándose de que se evalúan en igualdad de condiciones. Esto evita sorpresas desagradables y asegura que la decisión final se base en una visión completa y justa de lo que se está contratando.
6. Valoración de los recursos dedicados a la gestión de subvenciones.
Las subvenciones que ofrecen las administraciones pueden cubrir hasta el 80% del coste del proyecto. Aunque estas ayudas no están garantizadas, es importante valorar los recursos que cada empresa dedica a la gestión de estas subvenciones y su porcentaje de éxito. La diferencia en el esfuerzo económico por parte de cada vecino puede ser mínima si la empresa cuenta con un equipo competente en este aspecto.
7. Calidad y seriedad de ejecución tienen un precio justo.
La calidad y la seriedad en la ejecución de un proyecto de instalación de ascensores tienen un “precio justo”. Es fundamental ser conscientes de que, en este tipo de inversiones, lo barato puede salir caro. Un buen método para evitar este riesgo es eliminar, a igualdad de condiciones, la oferta más cara y la más barata, y optar por una opción intermedia que ofrezca las mejores condiciones en términos de precio, plazos de ejecución, formas de pago, calidades de material, y otros factores clave.
En Ascensores Excelsior, nos enorgullecemos de cumplir con todos estos criterios, ofreciendo a nuestras comunidades de vecinos la tranquilidad de saber que están trabajando con una empresa con décadas de experiencia, compromiso con la calidad, y una ética de trabajo que prioriza la seguridad y la satisfacción del cliente. No dejes que tu comunidad caiga en el «timo del ascensor»; confía en quienes pueden demostrar con hechos lo que otros solo prometen.