Las buenas tramas siempre tienen lugar en escenarios sorprendentes o en aquellos que forman parte de nuestra rutina. Hoy hemos escogido el ascensor para recordar momentos cinematográficos únicos que forman parte de la historia del cine.
Seguro que algunas de estas escenas te suenan por su gran contenido cómico, fantástico o romántico. Y es que no hace falta más que una pequeña cabina para rodar instantes maravillosos que sepan conquistar al espectador. ¡Ahí van!
El apartamento, un referente del cine clásico
Baxter es un ambicioso empleado de una compañía de seguros situada en Manhattan que cuenta con un as en la manga, su apartamento de soltero. Desea ascender con todas sus fuerzas y para ello no duda en prestar su piso a los jefes que quieren dar rienda suelta a sus deseos extramatrimoniales.
Sin embargo, toda la historia se complica más de la cuenta cuando se enamora de la ascensorista del edificio, una de las amantes de uno de sus superiores. Lo cierto es que las conversaciones entre Jack Lemmon y Shirley McLaine no tienen desperdicio.
El resplandor, la historia de terror más escalofriante de todos los tiempos
El resplandor, uno de los grandes clásicos del cine, esta vez orquestado por el creativo Stanley Kubrick, no podía faltar a esta lista. Y es que la enorme cascada de sangre que aparece en uno de los ascensores del hotel Overlook, un lugar maldito donde no dejan de sucederse situaciones extrañas, es algo difícil de olvidar.
Misterioso asesinato en Manhattan con ataque de pánico incluido
Woody Allen volvió a triunfar con este título en el que participó como director y actor. Se basa en la historia de Carol y Larry, un matrimonio convencional que vive en Manhattan, cuya rutina se ve perturbada por los pensamientos de Carol al creer que su vecino ha matado a su mujer.
Larry no cree en sus conjeturas, pero aún así se une a su investigación, motivado por los celos, cuando un amigo de su esposa desea ayudar. A la escena del ascensor no le falta de nada, no solo presenciamos un ataque de pánico sino que descubren un cadáver. Lo mejor todo es el alto nivel de complicidad y comicidad entre la pareja de actores formada por Allen y Diane Keaton.
El Coloso en llamas, una intensa exposición de la mezquindad humana
La historia tiene lugar en un edificio de 35 pisos, expuesto al mundo como la obra de ingeniería más imponente y avanzada. Sin embargo, en la noche de la inauguración se produce un incendio en la torre como consecuencia de un fallo en la instalación eléctrica. El suceso provoca una catástrofe de límites insospechados y nos advierte de que es muy importante no coger un ascensor en caso de incendio.
Charlie y la fábrica de chocolate, el ascensor del futuro
Charlie es el hijo de una familia muy humilde que gana un concurso para visitar la fábrica de chocolate del pintoresco Willy Wonka. El joven, acompañado de su abuelo, y otros cuatro niños vivirán aventuras increíbles rodeados de escenarios plagados de chocolate y de pequeños hombrecillos, los Oompa Loompas.
Una de las escenas más curiosas tiene lugar cuando el señor Woonka, Charlie y su abuelo viajan en un ascensor de cristal poco convencional que tiene la capacidad de volar muy alto.
Mentiroso Compulsivo, comedia en estado puro
Esta película estadounidense interpretada por Jim Carrey trata sobre un mentiroso patológico que no puede dejar de falsear la verdad, algo que será su perdición.
Fletcher Reed es un abogado sin escrúpulos que se encuentra con su atractiva vecina en el interior de un ascensor. Su hijo Max deseó en su cumpleaños que su padre dejara de mentir, algo que se cumplió, y Fletcher no puede evitar confesar sus deseos más indecorosos hacia la joven, terminando la escena con una bofetada.