A la hora de instalar y poner en marcha un ascensor, los mecanismos de seguridad son un elemento imprescindible. Los accidentes que tienen lugar en estos aparatos se pueden evitar y las causas responsables se controlan o eliminan a través de estos dispositivos.
Medidas de seguridad en un ascensor
La mayoría de la gente no teme a subirse a un ascensor. Se sienten muy seguros porque saben que son un medio de transporte con medidas de protección efectivas. Y es que si un ascensor falla, se ponen en funcionamiento sistemas de seguridad que evitan cualquier catástrofe.
En cada ascensor podemos encontrar diferentes dispositivos de seguridad para evitar riesgos eléctricos, sobrecargas de tensión, caídas bruscas o desplomes. Sea como sea, desde aquí vamos a enumerar los elementos más comunes que forman parte del sistema de seguridad de los actuales aparatos verticales.
Elementos de seguridad que pueden formar parte de un ascensor
- Limitador de velocidad. Hoy día, todos los ascensores poseen un circuito de seguridad para detener la cabina cuando la velocidad supera la cantidad establecida de metros recorridos por segundo.
El circuito se compone de un cable limitador de velocidad que hace un recorrido cerrado dotado de dos poleas: una superior (limitador de velocidad) y otra inferior (tensora del limitador).
Si la cabina supera una velocidad concreta, la polea del limitador y el cable se bloquean, activando un mecanismo que detendrá la cabina.
- Paracaídas. Se trata de un dispositivo mecánico situado preferentemente en la parte inferior, que sirve para frenar e inmovilizar la cabina cuando se produce un exceso de velocidad o la rotura de los órganos de suspensión. El limitador de velocidad será el elemento que provoque su accionamiento. Una vez se ha activado y tras su bloqueo, este sistema seguirá en condiciones óptimas para seguir funcionando.
- Detector sísmico. Hablamos de un sensor capaz de controlar el comportamiento del ascensor ante movimientos sísmicos o similar. Este sistema o circuito eléctrico se compone de un elemento vibratorio y un sensor que detecta los movimientos que superan al ajustado. Cuando esto sucede, la operación del circuito se activa de forma automática.
- Amortiguadores. Todos los ascensores deben poseer amortiguados para detener el contrapeso o la cabina cada vez que la situación así lo requiera. Suelen instalarse en el foso, al final del recorrido del contrapeso o cabina, o bien en la parte inferior del bastidor.
Existen diferentes clases de amortiguadores, todo depende del ascensor o elevador que se trate. Sea como sea, todos ellos dispondrán de un dispositivo eléctrico de seguridad que impedirá el funcionamiento del aparato hasta que no regresen a sus posiciones habituales.
- Finales de carrera. Son interruptores que detienen el ascensor para que las últimas paradas, inferior y superior, no rebasen la cabina por algún defecto o rotura. Actúan muy cerca de los niveles de paradas extremas, antes de que el contrapeso o cabina entre en contacto con los amortiguadores.
- Botón de aviso y teléfono de emergencia. Todos los ascensores deben contar con un botón de aviso situado en la botonera para poder pulsarlo en caso de urgencia. Ahora bien, no todos los modelos cuentan con un intercomunicador. En estos casos, el usuario podrá llamar a emergencias con su teléfono móvil o esperar a que el aviso llegue a la empresa de mantenimiento para mandar a su técnico más cercano.
Cada uno de estos sistemas desempeña una labor primordial y funciona a la perfección. De todas formas, cada vez que utilizamos un ascensor, hay que tener en cuenta algunas normas básicas: respetar avisos y letreros, verificar que las puertas de la cabina están cerradas por completo y respetar las indicaciones como no sobrepasar la capacidad de peso máxima.
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