Tanto las sillas como las plataformas salvaescaleras pretenden eliminar los problemas de movilidad y accesibilidad. La idea es contar con diferentes alternativas para adaptarse a las necesidades de cada usuario.
Elegir el modelo idóneo es de vital importancia para que subir y bajar escaleras no se convierta en un quebradero de cabeza. De ese modo, buscar la solución más efectiva a cada caso resulta clave para potenciar las condiciones de movilidad bajo estrictas medidas de seguridad.
El problema puede presentarse a la hora de tomar la mejor decisión. Para hacerlo, hay que estar convenientemente informado sobre las características principales de los salvaescaleras que permiten recuperar la libertad de movimiento.
¿Cómo funciona una silla salvaescaleras?
La silla salvaescaleras supone una magnífica opción para subir sentado de una planta a otra de una vivienda con la mayor seguridad y comodidad. No conlleva ningún tipo de esfuerzo físico y no hay riesgo de sufrir un accidente por caída.
Su instalación es sencilla y rápida, sin necesidad de hacer ninguna obra. Además, al ocupar poco espacio se amoldan a diferentes entornos.
¿Quiénes pueden utilizar una silla salvaescaleras?
Cualquier persona cuya capacidad de moverse se vea limitada puede usar una silla salvaescaleras, ya se trate de una persona con discapacidad física o de edad avanzada. De cualquier forma, todo depende del grado de movilidad y de su capacidad de sostener o no el torso mientras se lleva a cabo el recorrido en la silla.
¿En qué consiste una plataforma salvaescaleras?
Las plataformas salvaescaleras han sido creadas para conceder total autonomía a las personas que se desplazan en sillas de ruedas. Apenas precisan reformas y se integran perfectamente en cualquier entorno, ya sea en espacios interiores, exteriores o en escaleras curvas y rectas. De hecho, son idóneas para edificios públicos y privados, e incluso negocios.
Para minimizar gastos, es importante saber que la Comunidad de Madrid ofrece subvenciones para su instalación, algo que no sucede en el caso de las sillas salvaescaleras que, por otro lado, resultan más económicas.
¿Quiénes se benefician de las plataformas salvaescaleras?
Las plataformas salvaescaleras son utilizadas por personas en silla de ruedas, personas mayores o personas con carritos de bebé (en el caso de la plataforma vertical, en otras plataformas, el carrito debe viajar vacío y sin acompañante). Su gran ventaja es que además permite transportar cargas, como bolsas de la compra, o el carro de la compra, cuando el edificio carece de ascensor.
Muchos modelos son plegables y ocupan poco espacio, aunque cuando están desplegadas necesitan espacio suficiente para garantizar la máxima seguridad. Por ese motivo no es posible colocarlas en escaleras estrechas.
¿Dónde se instalan ambos productos?
Gracias al tamaño reducido de las sillas salvaescaleras, éstas son soluciones para viviendas que se adaptan a cualquier tipo de escalera y a cualquier espacio. Además, el impacto estructural es mínimo y no dañan la estética de la vivienda.
En cuanto a las plataformas salvaescaleras, se pueden instalar dentro o fuera de la vivienda. Normalmente no es necesario modificar la estructura del edificio, siendo adaptadas incluso a lugares con desniveles.
Precio de plataforma salvaescaleras y silla salvaescaleras
El precio de una plataforma salvaescaleras depende de diferentes variables, al igual que en el caso de la silla salvaescaleras.
Respecto a la plataforma salvaescaleras, las variables que determinarán su precio son el desnivel de la escalera o el peso al que se van a expone dicho producto. En este sentido, el rango de precio partirá de una base de 7.000 euros.
En el caso de una silla salvaescaleras, hay que tener en cuenta la forma, la longitud y las características que incluye cada modelo. En este caso ,partimos de un precio base de 2.800 euros.
Sin embargo, se debe llevar a cabo un análisis en el que se desarrollen todos los aspectos y apartados citados anteriormente y así, asignar el modelo de producto más adecuado para cada necesidad.