A la hora de transportar cargas muy pesadas, el sector industrial necesita contar con soluciones efectivas y específicas. Los elevadores industriales son una de las herramientas más productivas a la hora de distribuir la mercancía entre varias plantas. De ese modo se optimiza el espacio y nos permite ahorrar tiempo y esfuerzo.
Los elevadores y ascensores industriales están fabricados para soportar pesos considerables, algo que los convierte en la herramienta perfecta para almacenes, fábricas o instalaciones de mantenimiento de vehículos, entre otros entornos. Además, están diseñados para que los trabajadores puedan meter o sacar la carga cómodamente, e incluso para subir o bajar con ella.
Tipos de soluciones eficientes para el sector industrial
Antes de instalar este tipo de maquinaria en un edificio, es muy importante tener claro para qué va a ser empleado. Existen distintos tipos de equipamiento para adaptarse a diferentes necesidades y conviene tenerlo claro para tomar la decisión correcta. No hay que olvidar que los ascensores tradicionales y los industriales funcionan de forma similar, aunque presentan claras diferencias.
Los ascensores industriales están concebidos para el transporte de mercancías y personas. Esta ventaja permite que puedan ser instalados en espacios reducidos y evita la necesidad de tener dos elevadores, lo que supone un ahorro de coste considerable.
También nos encontramos con los montacargas, otra alternativa de transporte vertical bastante eficaz. Son diferentes que los elevadores y destacan por ser espaciosos y muy resistentes. Se trata de mecanismos robustos y sólidos empleados para transportar objetos de gran peso y tamaño.
De la misma manera, pueden ser destinados para el transporte de mercancías o mercancías y personas. Sea como sea, los montacargas presentan una serie de normas concretas para garantizar la seguridad y su durabilidad. Su principal cometido es transportar verticalmente grandes mercancías, lo que no implica que tengan que ser instalados únicamente en edificios altos. De hecho, suelen formar parte de almacenes, naves industriales y comercios pequeños.
¿Qué características debe tener un ascensor industrial?
Los ascensores industriales se adaptan fácilmente a cada necesidad, algo que les permite transportar cargas pequeñas o grandes entre diferentes plantas de forma rápida, cómoda y segura.
A grandes rasgos, las ventajas que presentan los elevadores industriales se pueden resumir de la siguiente manera:
- Flexibilidad. Pueden fabricarse a medida de acuerdo a las necesidades o a la productividad vigente. De ese modo pueden adquirir dimensiones reducidas o bastante amplias.
- Robustez. Este tipo de maquinaria es fabricada con materiales resistentes para potenciar su durabilidad.
- Instalación rápida. Otra de las ventajas de los ascensores de carga guarda relación con la rapidez de su montaje tras haber preparado el espacio o hueco donde irá.
- Seguro y fiable. Ofrece diferentes elementos de seguridad, como dispositivos de accionamiento y parada que garantizan su fiabilidad. Al contrario que los ascensores, no disponen de botonera, pero sí de pulsadores en cada parada para facilitar el transporte entre plantas.
- Comodidad. Facilita el desplazamiento de todo tipo de mercancías de un piso a otro.
- Manejo sencillo. No hace falta tener conocimientos específicos ni haber realizado un curso de homologación para su manejo. Se trata de un mecanismo muy intuitivo que puede ser utilizado por cualquier usuario.
- Gran adaptabilidad. Puede emplearse para transportar cargas pequeñas o cargas especiales y mayores de toneladas de peso.
- Solución económica. Su uso principal es el transporte de mercancías, lo que significa que no hace falta añadir ciertos elementos que encarecerían su instalación y mantenimiento posterior. Y es que la normativa vigente en cuanto a su fabricación e instalación resulta menos restrictiva.
Los ascensores industriales son acoplados a la estructura del edificio sin ningún problema. Se pueden fabricar a medida, por lo que se adaptan perfectamente al espacio disponible sin necesidad de modificar la estructura. De ese modo, cubren perfectamente cualquier necesidad, incluso las que proceden de negocios pequeños.