Rampas de accesibilidad. Rampa oculta automática

Estamos acostumbrados a ver edificios con algunos escalones en la entrada para acceder al vestíbulo principal. Hace un tiempo, estas edificaciones denotaban distinción y buen gusto, pero con el paso del tiempo pueden suponer una barrera arquitectónica importante. De hecho, pueden limitar la accesibilidad a personas mayores o convertirse en un obstáculo insuperable para personas en silla de ruedas. En estos casos, una de las mejores soluciones para solventar el problema consiste en la instalación de rampas de accesibilidad

Desde diciembre del año 2017, las comunidades de vecinos y edificios públicos o privados están obligados a hacer tantos ajustes como sean necesarios para potenciar la accesibilidad. Esto incluye la instalación de ascensores, elevadores verticales, salvaescaleras y, como no podía ser de otra forma, rampas para discapacitados

¿En qué consisten las rampas de accesibilidad?

Las rampas se emplean para salvar pequeños o medianos desniveles verticales. Pueden instalarse fácilmente en cualquier tipo de edificio, ya sea un local comercial, una vivienda unifamiliar o una comunidad de propietarios. 

Las rampas son superficies inclinadas que comunican dos espacios de distinto nivel. A la hora de instalarlas es preciso contar con un equipo cualificado que garantice su accesibilidad, usabilidad y seguridad. Para ello, es preciso contar con una rampa que cumpla con la normativa sobre accesibilidad en edificios y tener en cuenta varios aspectos fundamentales relativos a su colocación: longitud máxima, pendiente, ancho libre y dimensiones. 

Las rampas para sillas de ruedas son una solución recomendada por el Código Técnico por varias razones. Hablamos de una solución universal que puede ser utilizada por cualquier usuario (discapacitado o no), cuya instalación es inmediata y cuyo coste de mantenimiento es prácticamente nulo. Además, su comodidad de uso es excepcional, ofrece una gran durabilidad en el tiempo y una seguridad absoluta por parte de la persona que lo utiliza. 

Como ya hemos mencionado, su instalación es muy sencilla, pues la obra de adaptación que necesita es mínima. Este mecanismo permite salvar alturas de hasta 36 centímetros y, dada su gran robustez, resiste pesos de hasta 300 kg (se incluyen sillas de propulsión eléctrica y acompañantes). Su consumo eléctrico suele ser tan bajo como un pequeño electrodoméstico y cabe la posibilidad de instalarla dentro o fuera del edificio.  

Las ventajas de la rampa oculta automática

El funcionamiento de las rampas ocultas automáticas de Excelsior es fácil de usar. La idea es emplear mandos de control colocados en la pared más próxima para plegar o desplegar la rampa en cuestión de unos segundos. También cabe la posibilidad de emplear una aplicación móvil para facilitar aún más la tarea. 

Este tipo de solución accesible destaca por su sencillez, inmediatez de uso y por el escaso impacto visual que generan. Incluso, opcionalmente, es posible emplear la app para abrir la puerta exterior con el fin de acceder cómodamente al edificio.

La rampa cuenta con un sistema muy completo integrado en el cajón recogedor. Está dotado por un cuadro de maniobra, un cuadro de conexiones y una rampa, que cuando está plegada genera un impacto funcional y estético mínimo.  

Su accionamiento permite mantenerla cerrada, que sería su posición habitual, y desplegarla en tan sólo 20 segundos, dando lugar a un acceso seguro y cómodo de acuerdo a la normativa actual. 

Las rampas ocultas automáticas cuentan con una gran capacidad de carga y son muy manejables. En materia de seguridad disponen de detectores de obstáculos, señales acústicas al plegar y desplegar, así como luces laterales y superiores de presencia. 

Las rampas son una magnífica solución para permitir el acceso a personas de movilidad limitada en edificios con entradas condicionadas por un desnivel. De esa forma, eliminamos la consecuente barrera arquitectónica de forma eficiente, segura y económica.

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