Puede que no sea lo más habitual pero, en algunos edificios, el ascensor se instala por el exterior del mismo. Esta situación se produce, principalmente, en el caso de edificios antiguos o viviendas en las que resulta inviable la implantación de un ascensor por el interior. Lógicamente, al instalarse en exterior, estos aparatos están más expuestos a las inclemencias meteorológicas, por ese motivo, es necesario tomar una serie de precauciones.
Principales problemas y averías ocasionadas, sobre todo, con motivo del frío
En líneas generales, los ascensores que se instalan en exterior son resistentes a los cambios de temperatura y a la humedad. Su diseño ha sido desarrollado para soportar los diferentes elementos y factores del clima, contando con distintos componentes de protección contra heladas, como soportes de fijación reforzados o cubiertas inclinadas para evitar que la nieve o la lluvia entre en su interior, en condiciones naturales.
Aún así, en temporadas de frío, los ascensores están expuestos a más fallos durante esta época. Por ejemplo, las tormentas eléctricas en invierno pueden provocar apagones pudiéndose quedar parado el ascensor, las lluvias con fuertes rachas de viento pueden hacer que el agua acceda al interior por las zonas de ventilación, o la subida del nivel freático puede ocasionar filtrado de agua en los fosos por ausencia de un buen drenaje en el alcantarillado.
Los ascensores instalados en exterior tienen un problema añadido ante su exposición directa al frío puesto que cuando se ven obligados a soportar temperaturas extremas, la función mecánica puede verse comprometida. Sin ir más lejos, tras el paso de la borrasca Filomena en España, una de las recomendaciones a seguir en materia de seguridad en edificios, fue evitar utilizar el ascensor ante posibles cortes de suministro eléctrico, hecho que puede producirse tanto en ascensores instalados en interior como en exterior.
Este tipo de ascensores están preparados para soportar bajas temperaturas e incluso sobrecargas de nieve, sin embargo, el mal tiempo puede influir en el deterioro de sus componentes, sobre todo, en el estado de las juntas de estanqueidad de las estructuras pudiendo verse afectadas, causando grietas y deformaciones, por lo que es muy recomendable que se lleven a cabo revisiones cada cuatro años y se sustituyan las juntas afectadas en caso necesario, dado que la entrada de agua y humedad dañará a largo plazo los elementos eléctricos y electrónicos dando lugar a problemas de funcionamiento con el tiempo.
La humedad puede ser un factor determinante que podría afectar al funcionamiento del ascensor, por ese motivo, cuando superan niveles del 80% la estructura puede manifestar señales de oxidación, situación que puede influir en su rendimiento.
Para evitar este tipo de situaciones, es importante que, tras detectar cualquier tipo de grieta o fisura surgida en los días posteriores, incluso ante la aparición de una situación atípica, soliciten que un técnico especialista pueda evaluar la circunstancia acaecida.
Problemas de desnivel en ascensores exteriores
La cabina debe adecuarse perfectamente al nivel de los pisos, de ese modo, cada vez que el ascensor se detiene, la cabina no queda por encima ni por debajo de la superficie de los mismos. La precisión de parada debe ser milimétrica para evitar tropiezos o dificultades de movilidad.
Los problemas de desnivel en ascensores exteriores pueden deberse a diversas circunstancias. El exceso de carga puede causar la desnivelación de la cabina al igual que las pequeñas pérdidas de precisión en el caso de ascensores hidráulicos generadas cuando el ascensor permanece detenido en planta durante un tiempo prolongado.
Ahora bien, los problemas de desnivel también pueden producirse cuando los cambios de temperatura durante los meses de invierno y verano alteran el comportamiento de frenada. Este fenómeno hace que la capacidad y tiempo de actuación de los frenos varíe dando lugar a grandes desniveles en parada.
Mantenimiento necesario para evitar averías en ascensores instalados en exterior
Los ascensores exteriores tienen elementos resistentes a los cambios de temperatura y pueden soportar las inclemencias meteorológicas dentro de los rangos establecidos por la directiva europea, que oscila entre -4°C hasta 40°C.
Por ello, una buena revisión es clave para evitar cualquier tipo de fallo en época invernal. Durante meses de excesivo calor o frío, estos aparatos pueden presentar diferentes averías y fallos eléctricos, por ese motivo, es muy importante realizar un mantenimiento regular.
Tomar medidas evitará altos costes futuros generados por fallos no atendidos en el momento oportuno.
Un buen servicio de mantenimiento durante los meses con mayores inclemencias es muy importante para que el ascensor exterior pueda seguir realizando su función sin ningún tipo de impedimento.
Son varios los sistemas que aseguran su buen estado y conservación, por ese motivo, la empresa de mantenimiento se encargará de revisar todo aquello que sea necesario (frenos, nivel de aceite, estado del motor, foso, sistemas de luz, estado de puertas y cabina, cables…).
Ejemplo práctico: retirada de nieve sobre la parte superior de la estructura
Ante un temporal de nieve como el vivido recientemente, las personas deben permanecer en su vivienda en la medida de lo posible. Sin embargo, no todo sucede durante el temporal, ya que con posterioridad, comienza el riesgo por desprendimiento de nieve en tejados y cubiertas.
La acumulación de grandes cantidades de nieve en la parte superior de un ascensor exterior puede generar su desprendimiento.
Los ascensores exteriores con cubiertas inclinadas están preparados para soportar carga, no obstante, la retirada de la nieve almacenada debe realizarse cuanto antes para evitar su caída, siempre que sea factible, para impedir un posible sobrepeso o que se convierta en hielo.
Para realizar dicha labor, es fundamental contratar los servicios de una empresa profesional capacitada para llevarlo a cabo con la mayor seguridad, sin provocar daños en el edificio ni en los viandantes.
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