Adaptar un espacio al acceso de personas con movilidad reducida puede resultar complejo. Pero, sin duda, es una decisión que hay que tomar tanto para cumplir con la normativa sobre accesibilidad arquitectónica como para favorecer el acceso universal a los distintos espacios.
Una solución de accesibilidad versátil y asequible
En el mercado hay diferentes alternativas que se ajustan a las necesidades de cada edificación y de aquellas personas que les darán uso. Las plataformas elevadoras son una solución para solventar barreras arquitectónicas elevando al usuario de forma vertical, con total autonomía y seguridad.
Este sistema se adapta a las particularidades de cada edificio, permitiendo superar tramos de escaleras en varios pisos tanto rectos como con cierta inclinación. Además, suelen ser compactas, por lo que exigen poco espacio para su instalación y para su uso.
Son por tanto la alternativa preferida cuando no es posible instalar un ascensor desde el nivel más inferior (cota cero) o sea la solución más idónea salvaescaleras por una cuestión de dimensiones.
Las plataformas elevadoras son muy utilizadas para salvar las escaleras que separan la entrada del edificio del lugar en el que se encuentra el ascensor. Así, cualquier persona, al margen de su capacidad física o del uso de silla de ruedas o no, podrá salvar distancias desde dos o tres escalones hasta 2,2 metros tanto en interior como en exterior.
¿Para quién son útiles las plataformas elevadoras y salvaescaleras?
Son soluciones de accesibilidad muy versátiles: no solo sirven para personas con movilidad reducida, también para quienes tengan que mover pesos elevados o quienes tengan dificultades para subir o bajar escaleras por otras razones (coches de bebé, carros de la compra, etc.).
Su manejo es asequible para cualquier persona, y el tiempo de instalación es muy corto. Además, es una solución de accesibilidad que se adapta a todo tipo de escaleras (ya sean curvas, rectas, con distintos planos, con descansillos, etc.) y desniveles.
Son la mejor opción para que, personas con movilidad reducida o de edad avanzada que tengan dificultades para utilizar una silla salvaescaleras, recuperen su autonomía. Las plataformas elevadoras se componen de una superficie completamente plana, por lo que se pueden acomodar sillas de ruedas o personas mayores.
Además, incluyen una cabina semiabierta con suelo antideslizante, en la que se sitúa el usuario con completa seguridad. También disponen de pulsadores intuitivos para subir o bajar, tienen un bajo consumo eléctrico y resultan silenciosas.
Precio de una plataforma salvaescaleras
El precio de una plataforma salvaescaleras se establece a partir de los 7.000 euros, pero varía en función de diferentes factores como, por ejemplo, el desnivel de las escaleras o el peso soportado.
Para definir correctamente el importe, necesitamos realizar un estudio pormenorizado. De esta forma, podemos calcular el precio de la plataforma salvaescaleras. En este análisis, tenemos en cuenta todos los factores citados anteriormente y así, existe la posibilidad de asignar el modelo de producto más adecuado a cada uno de nuestros clientes.
¿Hay subvenciones para instalar plataformas elevadoras?
Existen ayudas en materia de accesibilidad arquitectónica para comunidades de vecinos que difieren según la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en la de Madrid, se publicaron el pasado marzo las bases reguladoras para las nuevas ayudas para la accesibilidad.
Además, según el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 son subvencionables la instalación y mantenimiento de sistemas salvaescaleras, alcanzando un porcentaje máximo de hasta el 75 % de la inversión.
En conclusión, las plataformas elevadoras son una solución práctica para espacios reducidos. Cubren las necesidades de accesibilidad en edificios privados o públicos e implican una obra muy sencilla y asequible.