Los elevadores residenciales se presentan como una de las mejores soluciones de movilidad vertical en el hogar. En los últimos años, sus diseños se han ido perfeccionando, llegando a convertirse en productos muy populares y demandados.
Ofrecen el desplazamiento entre las diferentes plantas de una vivienda, son fáciles de usar y además, su mecanismo destaca por ser muy silencioso y suave. Además, los nuevos elevadores residenciales se fusionan a la perfección con los modelos arquitectónicos actuales, garantizando un funcionamiento seguro y confiable.
Principales características de un elevador doméstico
En primer lugar, una de las principales características de los elevadores residenciales es que tienen tres sistemas diferentes de funcionamiento. Sin embargo, uno de los más instalados es el sistema hidráulico, aunque también es posible recurrir a elevadores electromecánicos o elevadores neumáticos.
Por otro lado, lo más común es que este tipo de elevadores alcancen un máximo de cinco paradas. En este sentido, atendiendo a las limitaciones por normativa, suelen tardar una media de entre 15 y 20 segundos por planta.
Múltiples posibilidades en los elevadores domésticos
Otra de sus características más importantes es su bajo consumo energético, muy similar al que puede generar un aparato de aire acondicionado o una vitrocerámica. Además, como dato curioso, un elevador doméstico consume, sobre todo, cuando está moviéndose hacia arriba, mientras que apenas provoca gasto cuando desciende.
En relación con el punto anterior, la tensión de alimentación está ideada para que sea monofásica. De este modo, encaja perfectamente con la que se encuentra en la mayoría de viviendas en la actualidad, no siendo necesaria la instalación de otro contador trifásico que opere exclusivamente con el ascensor unifamiliar.
Y con todo ello, las posibilidades de personalización de este tipo de productos son muy amplias. La cabina de los elevadores residenciales puede fabricarse con distintos acabados, así como la instalación de diferentes puertas y sus respectivos sistemas de apertura y cierre (por ejemplo, automáticas y semiautomáticas).